Las subastas de coches para profesionales no es una práctica nueva. Sin embargo, gracias a internet y especialmente durante los últimos años han experimentado un auténtico boom. Normalmente a estas subastas de vehículos acudían concesionarios y empresas de compraventa. Actualmente se han sumado empresas de renting y entidades bancarias.
El origen de estos vehículos es variado. Pueden ser desde automóviles de la flota pública que han quedado desfasados, hasta incautaciones policiales o embargos. Aunque estos coches suelen estar en buen estado te recomendamos precaución pues pueden no estar exentos de algún defecto o vicio oculto.
Las subastas públicas de vehículos suelen estar organizadas por los Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y el Gobierno. Cualquiera de estas pujas deben aparecer en el BOE o en el Boletín Oficial de la administración pertinente. Hacienda tiene disponible la siguiente web dónde informa de las subastas activas.
Para participar en estas subastas de coches es necesario registrarse en el sistema Cl@ve de identificación. Se pedirá una cuenta bancaria y el abono de entre el 5% y el 20%.
Antes de lanzarte al mundo de las subastas de coches para profesionales debes establecer un presupuesto. Analiza tus posibilidades económicas y la rentabilidad esperada para marcar pautas a la hora de pujar. Como mínimo deberías contar con un valor máximo por el que pujar por cada automóvil y no sobrepasarlo. Nuestra recomendación es que dentro de este presupuesto tengas en cuenta el posible gasto en reparaciones inesperadas.
Algo que te ayudará a planificar un presupuesto es informarte al detalle de cada modelo por el que vayas a pujar. Ten en cuenta sus características técnicas, qué averías suelen sufrir y el coste de una posible reparación. La fortuna sonríe a los preparados.