La compraventa de un vehículo es un proceso que implica no solo aspectos relacionados con la negociación del precio o la elección del modelo adecuado, sino también una serie de trámites y obligaciones fiscales que deben cumplirse. En España, este tipo de transacciones están gravadas por varios impuestos, que varían según el tipo de vehículo, si es nuevo o usado, y el perfil del comprador o vendedor. Conocer estos impuestos es esencial para evitar sorpresas y cumplir con la normativa vigente.
A continuación, te explicamos los principales impuestos que se deben pagar en la compraventa de un vehículo en España, cómo calcularlos y los plazos para su presentación.
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es uno de los tributos más comunes en cualquier transacción de compraventa. En el caso de los vehículos, el IVA se aplica de diferentes maneras dependiendo de si el vehículo es nuevo o usado y del tipo de comprador.
Cuando se adquiere un vehículo nuevo en España, el IVA se aplica al precio de venta del coche. El tipo general de IVA en España es del 21%. Esto significa que, si compras un coche nuevo, deberás pagar el 21% del precio final del vehículo en concepto de IVA. Este impuesto lo abona el comprador al concesionario en el momento de la compra, y este lo remite posteriormente a la Agencia Tributaria.
Existen excepciones para vehículos destinados a personas con movilidad reducida, en cuyo caso el tipo impositivo del IVA es reducido al 4%.
En el caso de los vehículos usados, el tratamiento fiscal depende de si la compra se realiza a un particular o a una empresa. Si eres un particular y compras el vehículo a otro particular, no se aplica IVA, pero sí otros impuestos que veremos más adelante. Sin embargo, si el comprador es un particular y el vendedor es una empresa (por ejemplo, un concesionario de coches de segunda mano), se aplicará el IVA sobre el precio de venta, tal como ocurre con los vehículos nuevos. Así, el comprador deberá abonar el IVA al 21% sobre el precio de venta, tal como ocurre con los vehículos nuevos.
El Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte (IEDMT), más conocido como Impuesto de Matriculación, es un tributo que se aplica a la adquisición de vehículos en función de sus emisiones de CO2 y de su valor. Este impuesto se abona en el momento de matricular el vehículo, ya sea nuevo o usado, siempre que se trate de la primera matriculación en España.
En el caso de vehículos nuevos o importados, es el comprador quien debe asumir este impuesto. Si adquieres un coche que nunca ha sido matriculado en España, deberás pagar el IEDMT antes de completar la matriculación.
Si compras un vehículo ya matriculado en España, no tendrás que pagar este impuesto, a menos que sea necesario un cambio de matrícula, como en casos de importación de otro país.
Para cumplir con esta obligación, el contribuyente debe presentar el modelo 576 ante la Agencia Tributaria, salvo en los casos en los que aplique algún supuesto de exención o no sujeción, en cuyo caso deberá utilizarse el modelo 05 o el modelo 06.
La base imponible del Impuesto de Matriculación depende de si el vehículo es nuevo o usado:
El tipo impositivo del Impuesto de Matriculación varía en función de las emisiones de CO2 del vehículo y de la Comunidad Autónoma donde se realice la transacción. Los vehículos con menores emisiones pueden estar exentos de este impuesto, mientras que aquellos con mayores emisiones tendrán que pagar un porcentaje que puede oscilar entre el 4,75% y el 14,75% del valor del vehículo.
El Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) es un tributo que se aplica a la compraventa de vehículos usados entre particulares. Este impuesto sustituye al IVA en las transacciones entre particulares y su gestión está cedida a las Comunidades Autónomas, por lo que las tasas y los procedimientos pueden variar dependiendo de la región.
En las operaciones entre particulares, el comprador es responsable de abonar este impuesto, que se calcula en base al valor fiscal del coche. El ITP no se basa únicamente en el precio de venta acordado entre las partes, sino en unas tablas oficiales que determinan el valor de mercado del vehículo según su antigüedad, kilometraje y estado general.
El tipo impositivo del ITP suele situarse en torno al 4% y el 8% del valor de mercado del vehículo, dependiendo de la Comunidad Autónoma. La base imponible del ITP es el valor del coche en el momento de la compra, lo que implica que el comprador debe pagar este impuesto aunque el precio de venta acordado sea inferior al valor de mercado del coche.
En general, el valor del coche a efectos del ITP no se basa únicamente en el precio acordado entre el comprador y el vendedor, sino en tablas oficiales que establecen el valor fiscal del vehículo, considerando aspectos como la antigüedad, el kilometraje y el estado del coche.
El Impuesto de Matriculación debe abonarse antes de la matriculación definitiva del vehículo. En el caso de la circulación o utilización de vehículos en España sin haber solicitado la matriculación definitiva, el plazo es de 30 días desde el inicio de su uso en territorio español. Este plazo puede ampliarse a 60 días cuando el vehículo es utilizado como consecuencia del traslado de la residencia habitual del titular a España, siempre que se aplique la exención por cambio de residencia.
En cuanto al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, el plazo para presentar el pago varía dependiendo de la Comunidad Autónoma, pero generalmente es de 30 días desde la fecha de la compraventa.
Cada Comunidad Autónoma tiene la competencia para gestionar ciertos impuestos relacionados con la compraventa de vehículos, como el ITP. Por lo tanto, las condiciones pueden variar ligeramente en cada región. Es recomendable consultar las particularidades fiscales de la Comunidad Autónoma donde se vaya a realizar la compraventa.
La compraventa de un vehículo en España conlleva varias obligaciones fiscales que tanto el comprador como el vendedor deben conocer. El IVA, el Impuesto de Matriculación (IEDMT) y el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) son los tres tributos más importantes que gravan estas transacciones, y su cálculo y aplicación dependen del tipo de vehículo, si es nuevo o usado, y si la transacción se realiza entre particulares o con empresas.
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